La ventaja fiscal de expatriar la sede social también llega a los empleados

Las ventajas fiscales que puede obtener una compañía que cambia la sede social fuera, como anunció recientemente Ferrovial con el traslado a Países Bajos y su cotización en EEUU, no solo implica a la propia empresa, también pueden beneficiarse de éstas los directivos. El abogado fiscalista en Gibernau y profesor de Derecho Tributario en la Universidad Abat Oliba, Esaú Alarcón, apunta en términos generales que la salida de una empresa lleva aparejada en muchas ocasiones la de sus directivos que dejan de tributar en España por el IRPF, por el Impuesto de Patrimonio, y este año además, por el impuesto a las grandes fortunas, que grava la riqueza por encima de los tres millones de euros.

Aunque en los Países Bajos, el IRPF es muy similar al de España con unos tipos que oscilan según la renta entre el 19% y el 49,5% (en España va del 19% al 47%), allí no existe ni el Impuesto de Patrimonio ni el novedoso gravamen a las grandes fortunas. Además, el igual que ocurre en Portugal o Italia, Países Bajos también tiene un régimen ventajoso para los recién llegados, conocida como ‘Regla del 30%’. Este régimen se introdujo con el objetivo de atraer a profesionales cualificados y consiste en que el 30% del salario está libre de impuestos.

Respecto a las compañías, las ventajas fiscales dependerán del país al que trasladen su sede, el tipo para el Impuesto de Sociedades y si tienen tienen un convenio para doble imposición o no.